(Piura).- Luzmila Flores, docente de la Facultad de Ciencias de la Educación, explicó los aportes del libro “Nuevo paradigma escolar: Educación single-sex”.
Por Julio Talledo. 15 octubre, 2012.(Piura).- En el marco del III Congreso internacional “Panorama actual de la educación diferenciada en Colombia y en el mundo”, realizado en Colombia se presentó la publicación “Nuevo paradigma escolar: Educación single-sex”, el primer texto de América Latina sobre este tema, que reúne los aportes de destacados académicos internacionales. Luzmila Flores, docente de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Piura, participó como coautora de la investigación titulada La voz de los protagonistas. Flores explicó algunos aportes importantes que ofrece el libro a los padres y madres de familia.
¿Qué implica la aplicación de una educación diferenciada en los colegios?
La educación diferenciada se plantea como una nueva organización escolar. Es una opción que ofrece beneficios en relación a personalizar el ser varón y mujer. Pretende dar énfasis en que ‘ellos’ aprenden distinto a ‘ellas’ y recogiendo dicha esencialidad se plantea una nueva organización de la escuela.
¿El aprendizaje de la mujer y el varón no es el mismo en las escuelas?
En ese sentido somos diferentes. Cuando un colegio aplica este modelo atiende la educación integral de la persona humana. Es decir, tiene en cuenta diferencias que hay en el modo de ser de mujer y varón. Por ejemplo los chicos tienen una clara tendencia a lo matemático, mientras que las chicas no, ellas desarrollan más al aspecto comunicativo. Las tendencias son inclinaciones que se aprovechan cuando se entiende la diferenciación. No significa que una chica no aprenda matemáticas o el chico no desarrolle lo comunicativo, sino que desde este nuevo modelo se atiendan y potencien mejor habilidades en tiempos distintos o por separado.
¿Cuáles son los beneficios de la Educación Diferenciada?
Es muy beneficiosa. En este modelo educativo la genética, endocrinología, psicología del desarrollo, neurociencia y la sociología aportan datos acerca de las diferencias de él y ella respecto a su modo natural de agruparse y su relación existente entre los aspectos mencionados y su aprendizaje. El estudiante recibe beneficios “socio-afectivos”, así mejora la autoestima y control del entorno porque las alumnas desarrollan bien la feminidad y los alumnos la masculinidad; esto les produce un bienestar psicológico que reduce los niveles de depresión y stress, que surgir con frecuencia en la edad escolar.
¿Todos los profesores están capacitados para impartir este modelo educativo diferenciado?
No porque en algún momento nos enseñaron solo a trabajar métodos didácticos para niños y niñas en general, pero no por separado. Por ello, la capacitación sobre esta nueva organización escolar debe ser acogida por los docentes, porque la misión es ayudar a los alumnos a potenciar sus habilidades como mujeres y varones. Es el principal reto que debe asumir el docente del siglo XXI. La UDEP se ha planteado, precisamente, la formación en esta línea a un mediano plazo.
¿Los padres de familia juegan un rol en el reforzamiento de este modelo educativo?
Los padres juegan siempre un papel primordial en todo forma de organización escolar. Igual sucede con los padres que han elegido la Educación Diferenciada.
¿Entonces este modelo educativo diferenciado es el más idóneo método de enseñanza?
No hay un modelo idóneo, coexisten muchos y eso es bueno porque da opciones a padres, quienes eligen libremente el que les gusta. Este modelo permitirá asistir capacidades particulares de mujeres y varones, contribuyendo a su formación integral. Esto ayudará—a futuro y a largo plazo—a formar una sociedad más complementaria, sin ‘super women’ o ‘super men’. Ahora existe la idea, y muchas se vanaglorian de ello, de que la mujer lo puede todo. Y no es verdad. También el varón no es más importante porque ambos desde sus formas naturales de ser se complementan.
Luzmila Flores hace una reflexión final sobre este nuevo modelo educativo.
No debemos promover una sociedad excluyente donde hay competencia, sino que reconociéndose cada uno en sus diferenciales es capaz de aportar desde su propio ser al otro, para desarrollar la complementariedad porque la mirada de mujer y varón se necesitan para enfrentar la vida misma. Y desde la Educación Diferenciada se educa para que se reconozcan e interactúen.